INTERVENCIONES CON BOTELLAS DE GLP

INTERVENCIONES CON BOTELLAS DE GLP

Cuando se interviene en emergencias en las que hay implicadas botellas de GLP (Gases Licuados del Petróleo) suelen darse circunstancias muy variadas que nos harán intervenir con estos recipientes presentes.
Pero sea cual sea el tipo de emergencia y para poder afrontarlas con seguridad hay que tener en cuenta las particularidades de estos gases y envases, por ello debemos conocer algunas características de los mismos.

Características del butano y propano

El butano y el propano son hidrocarburos, es decir, compuestos de hidrogeno y carbono. Las típicas botellas de butano o propano que conocemos no son hidrocarburos químicamente puros, son mezclas de hidrocarburos en los que el butano C₄H₁₀ o el propano C₃H₈ son los dominantes.

En su estado natural son gaseosos, y tienen la propiedad de pasar al estado líquido al someterlos a una presión relativamente baja lo que hace que se puede que se puedan almacenar en a temperatura ambiente, quedando una gran parte en fase líquida ocupando así un volumen 250 veces inferior al que ocuparían en estado vapor.

La diferencia principal en las características del butano y del propano está en las tensiones de vapor y, en su punto de ebullición. 

Las tensiones de vapor a 20º C dentro de las botellas son:

·         Butano 3 kg/cm₂

·         Propano 8,5 kg/cm₂

Si la temperatura se eleva la presión aumenta y, si desciende, disminuye. 

A la presión atmosférica:

·         El butano puro hierve a - 0,5º C, en mezclas comerciales a -10 º C.

·         El propano puro hierve a -42,1º C en mezclas comerciales a -40 º C.

El bajo punto de ebullición del propano hace posible utilizarlo en las condiciones más frías del invierno.
El butano y el propano son inodoros en su estado puro, pero especificaciones oficiales requieren que estos gases posean un olor característico de fácil identificación en caso de fugas, lo cual se consigue añadiéndoles pequeñas cantidades de unos productos de fuerte olor llamados mercaptanos.

En estado gaseoso son más pesados que el aire (butano 2,1 y el propano 1,5), en caso de fuga se depositan en las zonas más bajas.

El butano y el propano líquidos son más ligeros que el agua, por consiguiente, cuando un depósito o botella de G.L.P. contiene agua se deposita el fondo. 

El butano y el propano forman con el aire mezclas inflamables en las siguientes proporciones:

·         Propano  2,2 y 9,5%

·         Butano  1,9 y 8,5%

El  NIP de los dos seria el 23 (gas inflamable),  la ficha de intervención la 2-11.

Los números ONU de los productos, digamos puros, los que van en cisternas son:

·         Butano 1011

·         Propano 1978

Pero tratandose de mezclas comerciales que son los que nos lleva este articulo para propano y butano es el 1965.

Su etiqueta de peligro correspondería con:

Sobre  los efectos de los GLP hay que desmentir que sean tóxicos y que generan una muerte dulce, ya que impulsan a muchas personas a dejarlo escapar para ser víctimas de suicidio y hacerlo con una muerte dulce al ser inalados, la realidad es otra ya que  no son tóxicos, lo que si hacen es provocar la asfixia de la persona por falta de oxígeno al desplazarlo, pero que esto pase en una vivienda tipo es algo realmente difícil por la cantidad de gas que es necesario que se acumule en una casa, y antes es probable que se produzca una explosión que suele afectar también otras personas al igual que a la propia víctima, ya que se puede producir una explosión por acumulación de gas.

Características de las envases

El butano y el propano para usos domésticos en España los suministran principalmente Repsol y Cepsa envasados en botellas, básicamente estas son las partes de una botella tipo de butano o propano, sea de la marca y tipo que sean:

La pieza más importante para nosotros es la válvula kosangas, es la válvula de latón con rosca en forma cónica que va acoplada en el collarín y que a través de ella se hace el suministro del gas, tiene la particularidad de poseer una válvula de seguridad tarada a 26 kg/cm₂ que en caso de sobrepresión evacuará el producto.

 

Para poder ser usadas las botellas tienen que superar unas pruebas de presión hidráulica de: 

·         30 kg/cm₂ de prueba

·         85 kg/cm₂ de rotura

Estos datos nos ponen de manifiesto que por mucho que se eleve la temperatura en un incendio sería imposible que llegáramos a esos valores dentro de la botella si la válvula de seguridad funciona correctamente y comienza a evacuar el exceso de presión producido por el calentamiento, lo que evitará en todo momento que llegue a la presión de prueba de 30 kg/cm₂ y todavía tendríamos un amplio margen de seguridad hasta llegar a la presión teórica de rotura de 85 kg/cm₂ evitando que explote por sobrepresión del contenido.

Ahora bien, en caso de un accidente que provoque un calentamiento del recipiente y con ello el aumento de presión, si la válvula de seguridad no funciona por algún defecto, el contenido del envase puede sobre pasar la presión de rotura si encima se ha visto debilitado el envase por un golpe o por incidencia de calor en un punto concreto en la zona donde el recipiente está en zona gas dará lugar a la rotura del recipiente provocando el despido de trozos de acero de la botella y del cuerpo del mismo a la vez que el producto que le queda fase liquida se expanda unas 250 veces su volumen y de paso a una deflagración violenta. Estos casos no suceden a menudo porque tienen que darse varias circunstancias, pero pueden suceder, y de hecho han sucedido.

Así es como queda una botella después de una explosión, por su construcción es imposible que desprenda metralla, lo que sí que hará es rajarse y salir despedida a varios metros. En la foto 2 y 3 la botella reventó por la caída de un rayo.

Para que colapsase una botella tampoco hace falta que falle una válvula en el incendo, simplemente con que no la tenga ya tendría riesgo de ello, eso pasa en algunos lugares de de la geografía Española, sobre todo en las zonas más calientes, así que mucho ojo con estos recipientes ya que no en todos sitios tienen la misma seguridad.

Este dato es una información que en cada zona de influencia de actuación de cada parque de bomberos es imprescindible saber, para tenerlo muy claro a la hora de intervenir, porque ya estamos viendo la diferencia que hay entre tener válvula de seguridad y no tenerla.

Una muestra de ello es esta botella que no tiene válvula de seguridad, se comercializa en la ciudad Autónoma de Melilla. 

 Imagenes cedidas por Bernardo Castillo 

Todas las botellas para su correcto funcionamiento en el suministro tienen un regulador de presión que se coloca en la válvula de las botellas para que el gas salga a los aparatos de consumo  a una presión determinada y constante sea cual sea la presión interior.

El regulador consta de un sistema de anclaje que hace que se quede sujeto a la válvula mediante unas bolas sujetas por una pieza de baquelita, en caso de incendio del regulador está diseñado de tal forma que en caso de quemarse si se  rompe la arandela de baquelita, el reductor se eleva cortando la salida del gas. 

Esto también puede fallar si el regulador está en mal estado.

Mitos sobre estos gases  

Un mito que se le achaca al gas butano es que en una fuga de gas produce una explosión alguien que esta fumando , no es cierto, porque el calor de la brasa del cigarro no es suficiente energia de activacion para el butano, para otras sustancias si, pero para el butano comercial, NO, la demostración en este video.

Otro mito sobre estos envases es que la llama puede retornar hacia el interior y provocar una explosión, físicamente es imposible el retroceso de la llama este de la manera que este el recipiente, lo primero porque mientras tenga algo de gas saldrá y necesita oxigeno para combustionar, algo que dentro de la botella no hay, ni habrá, y cuando pueda entrar el aire será por que se ha vaciado totalmente y la llama se habrá extinguido antes.

El mito más importante que quería tratar y que últimamente en las formaciones de muchos servicios de bomberos he oído y se extiende promovidas por la confianza de los fabricantes o entornos afines a los fabricantes en sus productos, es el de que las botellas o envases de GLP, estos envases que estamos tratando en este artículo no explotan, seamos rigurosos con este tema, realmente se tienen que dar unas circunstancias muy  concretas y desfavorables de deterioro, mal mantenimiento, golpes fuertes, y sobre todo someterse a unas temperaturas muy altas como las de un rayo o simplemente un accidente del vehículo que las transporta que provoque el daño en el envase por golpes o calentamiento escesivo en la zona de la botella que contiene gas, para que exploten, aunque no es fácil por los controles y seguridades que tienen y se les obliga a pasar a los envases, se dan casos a veces de explosiones tipo BLEVE de alguna botella.

Una válvula de seguridad en mal estado puede provocar que una bombona explote en un incendio, al igual que si se ve envuelta en un incendio con unas características muy concretas de alta temperatura generada de una manera muy rápida y con algún deterioro en el envase, que aunque la válvula de seguridad evacue el exceso de presión, puede que se genere más rápido el aumento de presión que el caudal que evacua y no logre bajar la presión rápidamente lo necesario para evitar que rompa el envase, y más después de haber sufrido golpes por un accidente y verse envueltas en un gran incendio.

Actuaciones sobre botellas de GLP

Existen circunstancias en las que envases que se encuentren inmersos en un incendio puedan llegar a explotar, una de esas circunstancias podría ser la siguiente, imaginemos que un camión de transporte de botellas de GLP con numero ONU 1965, se le incendian las ruedas del vehículo afectando en pocos minutos a todo el camión, las botellas se verán afectadas por el incendio y posiblemente empezarán a fugar en pocos minutos por la valvula de seguridad  provocando un incendio más intenso debido a que saldrá más volumen de gas produciendo un dardo de fuego, si el dardo de fuego le da a otro envase de manera directa en la parte del cuello de la botella donde se  encuentra solo fase gas,  se producirá un debilitamiento del envase por un efecto soplete y llegará un momento en el que el envase no aguantará la presión interior y finalmente abrirá produciendo una deflagración muy violenta.

Si el dardo incendiado al salir por la válvula diera en otro recipiente pero en la fase líquida en vez de la gaseosa no pasaría nada, el envase transmitiría el calor al líquido transformado esa energía en evaporación de más cantidad de líquido a gas,  pero el envase no se podrá deteriorar hasta que el dardo toque solo la parte de gas.

Cuando tenemos que intervenir en estas circunstancias, la principal medida de seguridad a adoptar es la distancia y el parapeto, y el mejor método de extinción para paliar la emergencia es la utilización de agua pulverizada directa sobre la parte superior de los envases que será las más problemática al encontrase la fase gas siempre en la parte alta de la botella este tumbada o de pie, esto hace que de forma casi inmediata los envases afectados (no el líquido ni el gas) bajen su temperatura y los preserve de cualquier fallo mecánico que los debilite y rompa, ahora bien, un fallo que se puede tener al intervenir con estos recipientes y cualquier envase sometido a calentamiento excesivo es el enfriamiento brusco del mismo, por ello para poder refrigerar la parte alta de estos recipientes primero habría que empezar con agua algo pulverizada (no chorro) por la parte baja, para poco a poco ir subiendo hasta mantenerla sobre la parte alta que es la más débil en estos casos en los que una llama le da directamente en la fase gas y que más nos interesa proteger.

En estas emergencias habrá que tener en cuenta que la distancia de seguridad mínima en la actuación nos la marcará el propio volumen del incidente (no es lo mismo unas pocas botellas que un almacenamiento más grande), pero sobre todo la distancia de seguridad de la actuación la debería de marcar la capacidad de alcance efectiva de los equipos de extinción que utilicemos, a mayor alcance mayor seguridad en la intervención, por lo que no es lo mismo pulverizar el agua con una lanza de 25 a baja presión que a alta presión, pero si utilizamos una de 45, 70 , o un monitor nos dará cada vez más alcance y con ello más distancia de seguridad.

Cada servicio debería de intentar adaptar sus procedimientos operativos de este tipo de siniestro a sus medios y posibilidades operativas, y siempre será mejor salir con un vehículo que tenga algún monitor y el suficiente suministro de agua para que seamos capaces de refrigerar los envases afectados con agua pulverizada (no a chorro) de manera efectiva con el fin de dar  la mayor distancia de seguridad, que con uno que no tengamos ni lanzas de 70 , ya que teniendo medios no hay porque arriesgarse a acercarse demasiado.

En el supuesto difícil y raro, pero posible, de que alguna válvula se seguridad de algún envase falle, habrá problemas por sobre presión en ese envase, y la violencia de la rotura sobre el envase sería mucho mayor, pudiéndo incluso lanzarlas a distancia, con el riesgo que con lleva para los intervinientes, por ello el mantener una distancia segura y parapetado mejor que mejor a la hora de extinguir, porque nunca se sabe cuándo puede romper una botella por fallo en una válvula de presión.

Imaginemos otro caso en el que el camión de transporte sufre un accidente que hay botellas implicadas que han volcado y/o chocado y se ha provocado un violento incendio, sigue siendo difícil que exploten, pero no es raro que alguna o algunas puedan llegar a provocar explosiones en los recipientes , no todos, pero alguno puede darnos el susto, he aqui un ejemplo.

Aunque el siniestro de los siguientes videos suceden en Rusia, sin conocer nada de los recipientes que utilizan allí, de sus características constructivas, si tienen válvula de seguridad (parece que si ya que se ven varios dardos encendidos de las botellas fugando) etc…, se puede intuir claramente que mecánicamente son inferiores de calidad a las que se comercializan en España, por la violencia de sus deflagraciones, que más que deflagraciones, algunas parecen detonaciones en toda regla.

La conclusión que quiero sacar de todo esto es que aunque veamos seguros estos envases, y realmente lo son, siempre hay que actuar con proporción al incidente, no pecar de atrevidos, pero tampoco de prudentes, por eso hay que conocer bien estos envases y el gas que contiene para adecuar  a cada caso la manera correcta de actuar a base de informarse y seguir unas mínimas pautas de seguridad para actuar con seguridad si es que se puede actuar, por ello del sentido de escribir este pequeño artículo.

Este artículo es una recopilación variada de información que anda circulando por la red, las principales fuentes de información proceden de las paginas oficiales de Repsol butano y Cepsa, además de diferentes páginas web bomberiles, el resto se trata de un trabajo de recopilación y entrevistas a varias personas relacionadas con el tema, esto no es  un manual ni pretende serlo, solamente aglutina en un artículo todo lo que a cualquier bombero le gustaría conocer sobre estos envases para enfrentarse con la mayor garantía de éxito a la hora de realizar ciertas intervenciones con estos envases por medio, poniendo por encima de todo la seguridad nuestra y para la población.