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Prácticas de extricaje en un vehículo blindado



Esta práctica es una experiencia muy curiosa y didáctica que no todos los días se tiene la oportunidad de hacer por los servicios de bomberos y que alguna vez se nos puede dar el caso.
El vehículo es un Nissan Patrol GR 3.0 perteneciente a la Guardia Civil y lleva un blindaje de 3 mm que hoy en día es de lo más ligero que te puedes encontrar.

Lo primero que hay que destacar es que tenemos que olvidarnos de las típicas maniobras que todos conocemos ya que el habitáculo entero (puertas , techo, portón trasero y suelo) está totalmente blindado y tenemos que ser conscientes de hasta dónde podemos llegar con nuestras herramientas hidráulicas si no queremos que nos dejen tirados en el intento. 

 PUERTA


Lo más acertado es adaptar el espacio a la víctima, así como el abatiendo de asientos o incluso retirándolos.


Las puertas y el portón trasero, mucho más pesados que los de un turismo normal, se retiran con facilidad porque las bisagras son estándar.Pero a la hora de cortar un pilar se complica la cosa. 



Para ello hemos probado distintos métodos.

-En un primer momento hemos optado por la cizalla hidráulica. Le ha costado pero con paciencia hemos conseguido cortarlo (mucho ojo con la torsión a la que sometemos a las cuchillas).

-En segundo lugar lo hemos intentado con una sierra de sable (adjunto foto) y en este caso el pilar lo corta sin problema pero en cuanto llegamos a la parte blindada no avanzamos lo más mínimo y lo único que hemos logrado ha sido gastar los dientes de la sierra. En tercer lugar hemos probado con una amoladora y, pese a cortar el pilar y el blindaje sin problema, teníamos el hándicap de que introducíamos chispas dentro del habitáculo con el consiguiente peligro para la víctima atrapada y el riesgo de incendio.



 A la hora de retirar el techo lo más acertado es cortar todos los pilares y retirarlo íntegramente ya que pesa muchísimo. Es inconcebible realizar cortes de alivio a causa del blindaje y tratar de doblarlo una vez cortados los pilares A.


También es imposible hacer hueco para abatir el salpicadero. Todo el suelo del vehículo está blindado y los cortes de alivio en los nervios no hacen nada. El cilindro no tiene narices de moverlo lo más mínimo.


Un caso curioso es el de los cristales del vehículo (por supuesto también blindados). 


La luna delantera estaba formada por 8 capas (adjunto foto) de cristales templados y algún tipo de polivinilo o similar. Las lunas laterales eran más delgadas y pese a ser de unos 3 cm. de espesor estaban formadas por sólo 4 capas. Hemos probado a cortar la luna delantera con sierra de sable (muy poco efectivo), amoladora con disco de piedra (cortaba bien pero tenía el problema de que las capas plásticas que hay entre las láminas de cristal templado se fundían por la fricción del disco y volvían a pegarse, cizalla hidráulica... y hemos llegado a la conclusión de que lo más práctico era abrir hueco entre la luna y el techo y una vez quitada la goma que lo sella se hace palanca con el separador hidráulico. De este modo sale entera la luna. Hay que tener muchísimo cuidado y proteger bien ojos y vías respiratorias tanto del rescatador como de la/las víctimas ya que se produce muchísimo polvo ya que el volumen a cortar es mucho mayor que en la luna de un turismo convencional.



En conclusión: adaptarnos nosotros al vehículo, confiar en poder sacar a la víctima en Grado 90º y rezar para que el blindaje no sea de 5 o de 7 mm.



3 comentarios:

  1. Gracias por el artículo! Muy interesante.

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  2. Muy interesante, en especial para mi, que tengo una pagina en Facebook sobre Tráficos.
    Un saludo desde A.R.T.E. (Asociación de Rescate en Tráficos y Emergencias).

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  3. Gracias Juanmi Martinez, otro saludo para ti, ya le echaré un vistazo a tu pagina de facebook. Un abrazo.

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