Existen muchas maneras de bajar victimas por una escalera en
una situación de emergencia y limite en caso de grave riesgo para la misma o
para el bombero, tantas como la imaginación nos dé y destreza tenga quien lo
realiza, pero sin asegurarnos nosotros y las victimas puede resultar algo arriesgado
este tipo de maniobras, ya que depender
solo de la fuerza y destreza del bombero puede ser demasiado jugar con la diosa
fortuna y llegar a ser lesivo.
En caso de grave
riesgo para la victima si tenemos que utilizar alguna de estas técnicas se suma
otro problema en una situación así, y no es la técnica de bajarla en sí, sino
que, imaginar una víctima inconsciente en el suelo, habría subirla a la altura
de la ventana o barandilla para poder cogerla, colocarla y cogerla en una
posición que nos permita poder acomodártela según la técnica que quieras usar,
después descender, todo esto teniendo en cuenta que antes igual has tenido que
trabajar un poco en el siniestro, sigue imaginado que es un señor de 90 o 100kg,
todo dándose muy bien, el esfuerzo para una o dos personas es bastante grande
lo que puede limitar el éxito de la maniobra.
Según la LPRL hay que aplicar todas las medidas de seguridad
necesarias cuando no hay un riesgo grave
para la víctima. En estas circunstancias, es evidente que debemos usar los
utensilios y EPIs homologados en estos casos.
Pero resulta también, aunque pueda parecer paradójico, que
en el caso de una persona en situación
de grave riesgo no es preciso cumplir con la LPRL. Por otro lado, está la
cuestión de nuestro deber de socorrer a una persona en estas circunstancias. Es
en estas excepcionales condiciones cuando no debemos desechar ninguna de las
maniobras que permitan un rescate rápido y seguro de la víctima.
Nos podemos encontrar multitud de situaciones (algunos igual sean encontrado ya alguna) con rescates de
personas con este tipo de particularidades que comentamos, alguna de esas
maniobras en incendios de vivienda donde las personas tienen que ser
evacuadas desde la ventana del edificio en llamas, donde no era posible
establecer un vehículo de altura ni tiempo para otras maniobras más elaboradas.
Es evidente que, en este caso particular, salvar la vida prima por encima de
las posibles lesiones...
No debemos desechar ninguna maniobra que, en caso de extrema
urgencia, nos permita un rescate rápido y seguro para nosotros y para la
víctima, por ello es que pongo
estas fotos a pesar de que puedan llegar a no gustar, la realidad es que están ahí y
si se practican quizás nunca haya que utilizarlas, pero si se diera el caso
mejor será haberlas hecho alguna vez para darse cuenta de la dificultades o
facilidades a la hora de decidir realizarlas.
Agradezco a José Antonio Marín Ayala del consorcio de Murcia que tan amablemente ha tenido a bien en ceder
estas fotos y comentarios para la realización de este mini artículo.
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